viernes, 21 de enero de 2011

Cecilia







Algunas fotos del álbum de Primera Comunión de Cecilia.

Cuando se da esa belleza serena, sencilla y natural hay muy poco que añadir. Una sesión muy divertida en la que la familia colaboró mucho y eso siempre es de agradecer.

Acabamos de salir de Navidad y ya estamos pensando en las novedades de la temporada de comuniones, suele ser muy agradecido trabajar con niños y niñas, la ilusión que tienen (casi todos), los nervios que traen con el vestido o el traje y los complementos, los detalles, el brillo de los ojos de la mirada de un padre al ver su pequeña vestida de comunión o a su chaval vestido de marinero, los nervios de los padres por que no se olvide nada, que todo esté a punto y salga bien...
Si además de sacar a los niños/as bien guapos conseguimos que al mirar las fotos se escape una sonrísa al recordar " la tonteria que dijo papá para que me riera en esta foto"o "¿te acuerdas cuando papá hizo de chiquito de la calzada y luego no podía para de reír" o que digan "que bien me lo pasé el día de las fotos", habremos contribuido en un recuerdo importante de su infancia, en una emoción que perdurará mucho tiempo, eso es lo que hace la fotografia en muchas ocasiones, recordarnos una emoción, un sentimiento..., por eso cada niño/a es especial y requiere un trato diferente, un tiempo de dedicación, sin prisas, donde puedan decidir si mamá se queda a ver la sesión de fotos o se sienten más cómodos si mamá espera fuera, donde se les llama por su nombre, donde lo más importante no es es traje ( aunque también es importante) sino el niño/a.